domingo, 25 de febrero de 2018

Florencia Borrilli: “Cuanto más disfruto de la vida, más le encuentro sentido a la poesía”



Florencia Borrilli da sus primeros pasos en el ambiente literario publicando su libro de poesía Murmullo de fuego a través de la editorial Textos Intrusos comandada por el también poeta Hernán Casabella. Entre Vidas habló con la autora acerca del proceso de selección de los poemas que aparecen en el libro y de los temas que la movilizan a escribir.




PH Martín Frydman


¿Qué rituales tenés al momento previo a escribir?
No sé si rituales, sí preferencias. Prefiero escribir en un cuaderno, a la vieja usanza. Y por lo general, cuando escribo me aíslo un poco, ya que entro en un estado de escucha interna y de atención bastante intensas.

¿Con qué frecuencia escribís?
Tengo épocas. Nunca convertí en rutina al acto de escribir. Necesito estar conectada, porque el hecho de escribir me lo puede disparar un viaje en colectivo, mirar cómo cae una hoja de un árbol, sentir el amor de un amigo o simplemente observar cómo sale el sol. Y en esos momentos escribo en cualquier soporte: cuaderno, celular, o hasta lo grabo en un audio. Cuando era chica conectaba solo desde el dolor y la angustia. Con el tiempo logré poetizar aún en los momentos de mayor plenitud, y eso es maravilloso.

¿Quién te inculcó tu amor por la poesía?
Siempre me atrajo la poesía, y tuve algunas personas que me acercaron más a ella. Como Mariela, que me leía poesías de Alejandra Pizarnik cuando teníamos 19 años y cursábamos en la UBA. También una pareja que estaba íntimamente vinculada con este universo poético y con quien intercambié muchísimo. Y el amor por la vida. Cuanto más disfruto de la vida, más le encuentro sentido a la poesía, que para mí es hablar de la vida pero con un lenguaje que tiene una belleza muy particular.


¿Por qué decidiste que tu libro de poesía se llamara Murmullo de fuego?
En realidad el título es un fragmento de una de las poesías del libro. Y me gusta porque siempre quise que el fuego sea un elemento presente en mi libro. Además, soy sagitariana (con una carta natal donde el fuego es el elemento que predomina), y en mi Kin Maya también me guía el poder del fuego universal. El fuego está íntimamente relacionado con mi personalidad. También creo que hay algo bastante erótico en esto del “murmullo de fuego”, donde “murmullo” representa un ronroneo sutil, pero acompañado del fuego seduce y enciende.


¿Cómo fue el proceso de selección de los textos que aparecen en el libro?
En estos dos últimos años escribí muchísimo. La escritura acompañó un proceso de transformación y liberación internas bastante importante. Con lo cual, ya sabía que incluiría muchos. De hecho, estaban ahí aguardando unas hojas donde posarse y revelarse ante el mundo. Otros los escribí más recientemente, en las escapadas de verano por ejemplo, pero me pasó algo muy curioso que fue que una vez que decidí publicar, brotaron un montón de versos como una cascada. Y por supuesto, hoy están en el libro.

¿Cuál es tu poesía preferida del libro?
Siempre me cuesta este tipo de preguntas. No tengo una preferida. El libro se divide en cuatro partes: nacimiento, deseo, muerte y trascendencia. Cada una de estas partes son tránsitos de mi vida en los cuales viví situaciones muy diversas y que pude plasmar en palabras. Cuando las releo cada poesía me trae imágenes y recuerdos muy particulares. Todas ellas son quien soy.

¿De qué temas se nutre tu escritura?
Tiendo a reflexionar sobre la naturaleza, los vínculos y el erotismo. Hay como una especia de tríada muy presente en este libro. Son temas muy importantes en mi vida. La naturaleza es un refugio, mis vínculos también y el erotismo es una energía que me pulsa permanentemente.

¿Qué libros de poesía o autores recomendarías?
¡Tantos autores! Borges, María Rosa Lojo que escribió -entre tantos otros libros, pero no de poesía- Bosque de ojos, uno de microrelatos que me marcó bastante, todas las poesías de Olga Orozco, Juan L. Ortíz, Gelman, Joaquín Giannuzzi, las canciones de María Elena Walsh, Gonzalo Rojas, Pizarnik, los cuentos de Silvina Ocampo, Octavio Paz, Pessoa, Baudelaire, Gioconda Belli, Rimbaud, todos los libros de Hermann Hesse, en especial Narciso y Goldmundo (¡El libro de mi vida!), y José Watanabe; escritor peruano y último hallazgo de una compañera de teatro que agradezco infinito que me lo haya compartido.

¿Qué objetivos tenés dentro del ambiente literario?
Mi objetivo más ambicioso en este momento es mostrar lo que hago, que me parece que ya es un montón. Que me conozcan, que las personas puedan llegar a mis poesías y le pasen cosas. Muchas veces escucho a las personas decir que les cuesta vincularse con este género, que les resulta mucho más simple leer ficción; pero creo que si se lo permiten, se van a enamorar. Solo hay que toparse con alguien que nos refleje o que manifieste en palabras lo que muchas veces sentimos de la vida pero que no sabemos cómo expresar. Ojalá yo pueda ser ese canal de conexión para algunas personas.

¿Cómo te llegó la posibilidad de publicar el libro con la editorial Textos Intrusos?
Todo comenzó una tarde noche en un bar de Palermo. De repente me junté a charlar con un amigo escritor que me recomendó esta editorial y salí del lugar sabiendo que iba a publicar mi primer libro. Así que a los pocos días me junté con Hernán Casabella, el director de la editorial y después de cruzar unas pocas palabras supe que era la persona indicada para encarar este proceso tan especial.

¿Qué podés adelantar de la presentación?
Leerán dos personas a quienes aprecio muchísimo. Una de ellas es quien acompañó el proceso de edición de este libro, y la otra un escritor muy conocido a quien admiro profundamente. También habrá música, que es algo que acompaña todos los momentos de mi vida (y una asignatura pendiente en la cual empezaré a bucear pronto), pero lo que más deseo es que las personas que estén presentes se lleven un pedacito de mi ser, poder intercambiar con ellos la magia de la poesía.

¿Tenés algún otro proyecto?
Estas últimas semanas acontecieron hechos muy trascendentales en mi vida que quiero eternizar en poesías, con lo cual seguiré escribiendo. Y un amigo le está poniendo música a una de mis poesías, algo que me entusiasma porque si hay algo que aprecio de estos procesos, es que las artes y los formatos se mezclen, se combinen y se sigan expandiendo.

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