lunes, 19 de septiembre de 2011

Federico Jeanmaire: “El humor puede convertirse en una herramienta muy útil, a la hora de hablar de ciertos temas”





El escritor Federico Jeanmaire, ganador del Premio Emecé en 2008 y del Premio Clarín de Novela en 2009, vuelve con una nueva novela llamada “Fernández mata a Fernández” en la que plantea una historia repleta de diálogos de principio a fin en la que todos sus protagonistas se apellidan Fernández. Uno de los protagonistas de la novela ve en un diario la noticia de un crimen y a partir de ahí se desarrolla la narración repleta de humor irónico y malos entendidos entre los personajes.


Ganó el premio Emecé en 2008 y el premio Clarín de Novela en 2009, ¿qué cambió en su vida tras esos logros?
No mucho. Sólo los primeros días se produce como una especie de terremoto en la vida habitual. Pero no es nada que dure para siempre, a los pocos días todo vuelve a la normalidad.

¿Cómo surgió la idea de su nuevo libro “Fernández mata a Fernández”?
En principio, sólo tenía la idea de escribir la muerte de una mujer que le daba de comer a las palomas. Es una historia que me pasó: en la esquina de mi casa, una señora le daba de comer una bolsa de pan, todos los días, a las palomas y por más que le pedíamos que no lo hiciera, seguía yendo cada mañana. Era un horror, las palomas son una plaga, en el barrio de Congreso en donde vivía por ese entonces. La otra idea que tenía era escribir sobre el estado de la cultura argentina.

¿Por qué se decidió a escribir la novela toda dialogada?
Lo hice porque me pareció que era el único procedimiento literario que me permitía narrar la anarquía sin exponerlo explícitamente en palabras.

¿No tuvo miedo que sea confuso para los lectores?
No. De algún modo, si provocaba cierta confusión, eso constituía parte del plan. La idea central de la novela es que todos somos iguales, todos somos Fernández. También el lector.




¿Cuál fue el mayor obstáculo que se le presentó al momento de desarrollar la historia?
Hacia el final, tenía que narrar una pelea entre dos de los personajes y eso constituyó realmente un problema. Me resultó muy difícil hacerlo sin poder contar con la ayuda de un narrador.

En la novela predomina el humor y la falta de entendimiento entre sus protagonistas, ¿esos eras los objetivos a los que apuntaba?
Creo que es una novela muy seria. Y recuerdo que mi abuela siempre repetía que de lo serio era mejor hablar alegremente. Por eso. El humor puede convertirse en una herramienta muy útil, a la hora de hablar de ciertos temas.

Es de nombrar al Quijote en algunas entrevistas, ¿encuentra similitudes con “Fernández mata a Fernández”?
No sólo en entrevistas. También tengo un ensayo: Una lectura del Quijote y una adaptación que se lee en los colegios. El Quijote es mi gran amor literario y, por supuesto, está presente en Fernández mata a Fernández y en todos mis otros libros.

Su libro anterior “Más liviano que el aire” fue premiado y tuvo muy buenas repercusiones, ¿qué expectativas tiene con su nueva publicación?
La de siempre: que haga su camino, que encuentre a los lectores que pueda encontrar, ese tipo de cosas.

¿Qué libros leyó mientras escribía la novela?
La novela me llevó un año de escritura. Y se lee mucho en un año. La lista sería demasiado larga.

De los últimos libros que ha leído, ¿cuáles recomendaría?
Ayer terminé de leer “Elecciones primarias” de Silvia Hopenhayn. Una pequeña gran novela que recomiendo fervientemente.

¿En qué proyecto está trabajando actualmente?
Acabo de terminar una novela y empezar una nueva. La que terminé narra dos semanas en la vida de una pareja de setenta años, la que empecé, todavía no sé muy bien de qué trata, tengo tres páginas, solamente.

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